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Cultura organizacional: definición, características e importancia

Cultura organizacional: definición, características e importancia

Todas las empresas se mueven y funcionan bajo una cultura organizacional, sea consciente o inconscientemente. Lo mejor, entonces, es implementar un plan para que esto sirva a favor de tu negocio y potencie las posibilidades de crecimiento en conjunto.

Justamente, en eso radica la diferencia entre los negocios que ven como algo importante la cultura organizacional y aquellos que no. 

¿Quieres saber exactamente qué es la cultura organizacional, qué elementos la conforman, cuál es su importancia y cómo ayuda a tu empresa? ¡Quédate conmigo! 

¿Qué es la cultura organizacional?

La cultura organizacional incluye los valores, las creencias y las prácticas que se comparten dentro de una empresa entre los trabajadores que la conforman. Todo esto, en pos de lograr los objetivos planteados de una forma mucho más efectiva y en conjunto.

 ¿Esto quiere decir que son reglas? No. Siempre debe haber flexibilidad en este sentido y estar ajustada al contexto de cada país, ciudad, etc. 

Si eres capaz de construir una cultura organización adecuada, puedes crear e incentivar los lazos de identidad corporativa entre los clientes, los equipos de trabajo y tu marca. Increíble match, ¿no lo crees?

En pocas palabras, con la cultura organizacional se traza el modo de hacer las cosas dentro de una empresa.

Principales características de la cultura organizacional

La cultura organizacional se conforma de diferentes características, entre las que destacan las siguientes:

1. Es aprendida

La cultura organizacional se vive dentro de una organización y es esa experiencia la que ayuda a las personas a determinar su idea de cultura y decide adaptarse a ella.

Esto es un punto positivo porque se sabe que todos los miembros pueden adoptarla y ejecutarla y así tener los resultados que se esperan a partir de la alineación de todos a ella.

2. Es multifactorial

La cultura organizacional no depende solo de un par de personas o agentes, sino que está determinada por varios factores, tanto internos como externos, que pueden ser positivos o negativos.

Esto quiere decir que las empresas están condicionadas, en cierto sentido, por elementos sociales. Por esta razón, no se puede controlar al 100%. 

3. Se da por la interacción

La única manera de aprender la cultura organizacional es a partir de la interacción entre colaboradores de una compañía. Sin esto, no se puede saber qué está bien y qué no dentro de una empresa.

Los elementos que conforman este elemento nunca actúan de manera aislada, sino más bien se trata de factores que están interrelacionados y que configuran el comportamiento que se tiene dentro de una organización y la forma en que se concibe esta desde afuera.

4. Debe ser identitaria

Los trabajadores tienen que identificarse con la cultura organizacional y compartir valores y creencias similares. Solo de esta forma se puede esperar que haya match con la propia cultura de la empresa.

Si no se da este escenario, se puede generar cierto rechazo por parte de ciertos trabajadores, creando problemas internos que afectarían el desarrollo de actividades y las relaciones laborales. 

5. Afecta la vida interna de la empresa

La cultura organizacional y todo lo que la compone tiene un serio impacto en el modo de trabajar dentro de una empresa.

Esto se debe, en parte, a que los negocios siempre deben responder a las necesidades de los consumidores y, por tanto, modificar algunos elementos para satisfacerlas.

Todos estos cambios o adaptaciones influyen en la vida interna de las empresas, pero también garantizan su supervivencia.

6. Es distintiva

Cada empresa cuenta con una cultura organizacional propia, misma que va a depender de quienes la integren. 

Por eso, es imposible que haya dos compañías con la misma cultura. Puede haber puntos parecidos, pero jamás será igual al 100 por ciento. 

Asimismo, no es posible comparar entre culturas organizacionales, es decir, no hay una mejor o peor que otra. Lo relevante es que siempre esté adaptada a cada empresa. 

Elementos de la cultura organizacional

Ahora que conoces las características, vayamos a los elementos que conforman la cultura organizacional para que los tengas claros y empieces con tu empresa.

1. Misión

La misión de una empresa es la razón por la que existe. 

Es esencial porque es lo que define el propósito de una organización, esto es, el objetivo que persigue. Y todos deben estar alineados para trabajar por ello.

2. Visión

La visión de una empresa se enfoca en las metas de una compañía en su más alto nivel, por eso suele ser un poco más aspiracional y una proyección a futuro.

Es aquello que se desea alcanzar algún día y sirve para motivar a toda la plantilla a poner manos a la obra cada uno desde su área para llegar a ese fin.

3. Valores

Los valores de las empresas son todos aquellos principios que permitirán que una organización crezca y progrese. 

Si bien hay muchos valores importantes, es importante definir aquellos que son clave dentro de una empresa para centrarse en la aplicación de los mismos. Son una parte importante al momento de configurar la voz de una compañía. 

4. Filosofía

La filosofía de una empresa es el eje rector; es aquello que ayudará a guiar el resto de los aspectos mencionados.

A través de la filosofía es como se interpreta y explica cómo se alcanzarán los objetivos y qué se hará y cómo para llevar a cabo cada acción o tarea. 

5. Ambiente laboral

El ambiente de trabajo es en el que se desarrollan las relaciones entre trabajadores y miembros de los diferentes equipos.

Es clave porque las actitudes que se asumen ante las adversidades determina, en gran medida, el éxito de una organización. 

Se debe tener confianza y contar con las herramientas necesarias para hacer frente a los diferentes escenarios y retos. 

¿Qué tipos de cultura organizacional hay?

Existen diferentes tipos de cultura organizacional. No es necesario elegir una sola, todo dependerá de la empresa que quieras conformar y edificar. Aun así, presta atención a los elementos de cada una. 

1. Cultura organizacional orientada a las normas

Este tipo de cultura organizacional se ciñe al cumplimiento de las normas o reglas internas de una institución o empresa. 

Por ello, lo más común es que haya sanciones para todos los que vayan en contra de ellas. 

Es un método antiguo, pero sigue aplicándose en algunas organizaciones, con la convicción de garantizar un funcionamiento correcto en cuanto a funciones y responsabilidades.

2. Cultura organizacional orientada a resultados

Se trata de una cultura en la que lo más importante es la eficacia para el cumplimiento de metas. Se priorizan las metas a corto plazo, pero sin perder de vista el resto. 

Es mucho más flexible, pues si las funciones o las reglas dificultan la solución de problemas y entorpecen el camino para alcanzar los logros, se modifican. 

Asimismo, si los empleados no poseen la capacidad o las competencias necesarias para llevar a cabo una tarea esencial, se les capacita o se les sustituye. 

3. Cultura organizacional orientada al poder

El objetivo de la cultura organizacional orientada al poder es la competitividad empresarial. 

Bajo esta idea, los empleados son vistos como personas que prestan un servicio y, por tanto, se trata de trabajo y esfuerzo individual, donde solo cuando hay problemas deben hacer acto de presencia los directivos para volver a poner orden. 

El principal objetivo de las empresas que adoptan esta cultura organizacional es crecer y expandirse rápidamente, pero muchas veces se pierde de vista lo demás, debilitando áreas importantes por la lucha constante. 

4. Cultura organizacional orientada a las personas

Finalmente, esta cultura se enfoca en el desarrollo profesional y personal de todos los miembros, potenciando e incitando la motivación y la creatividad, además de buscar la satisfacción de los empleados y los clientes.

Es una de las más extendidas actualmente, pues las empresas cada vez reconocen más el valor de su plantilla y deciden cuidar de ella. 

¿Por qué es importante la cultura organizacional?

Ahora sí viene lo bueno… ¿por qué debería importarte contar con una cultura organizacional fija y trabajada? ¡Te cuento! 

Como te dije, siempre hay una cultura organizaciones, de forma consciente o inconsciente, pero es mejor que sea conscientemente porque así se puede lograr que los empleados la adopten y se alineen a ella.

Si se consigue llegar a acuerdos y que todos se alineen, es mucho más probable que el ambiente laboral sea bueno, de compañerismo y que todos trabajen en conjunto para que los objetivos se alcancen, echándose la mano siempre que sea necesario.

La cultura organizacional es un elemento primordial para ganar la lealtad y el compromiso de los trabajadores, y solo así se persiguen objetivos en común, alcanzando una buena eficiencia. 

Asimismo, siempre que se define bien y que se implementa de forma adecuada, ayuda a crear espacios de trabajo mucho mejor comunicados y alineados al bien o los objetivos en común. Tiene una influencia global en las empresas.

Teniendo esto, veamos algunas razones un poco más concretas sobre la importancia de la cultura organizacional.

1. Define la identidad

La cultura organizacional ayuda a las empresas a identificar y destacar las cualidades que forman parte de su identidad, esto es, el modo en que interactúan tanto interior como exteriormente. Y la imagen que se concibe a partir de ello.

Es un elemento clave para diferenciar a una empresa de la competencia, así que aprovéchalo muy bien.

2. Motiva a los trabajadores

Cuando se tiene una buena cultura organizacional, sobre todo, fundamentada, se puede incentivar un mejor desempeño en los empleados, ya que se tienen planes bien definidos, y se comparten actitudes, valores, visión y creencias. 

Es básicamente una guía que permite cumplir más fácilmente las metas o los objetivos y que ayuda a motivar a los trabajadores a caminar hacia un mismo punto en conjunto. Por tanto, se obtienen mejores resultados.

3. Captas mejor talento

¿Qué prefieren las personas? ¿Entrar a una empresa que no tiene bases o que ya tiene bien definido todo lo que conlleva la cultura organizacional? Por supuesto que la segunda opción.

Esto ayuda a que las empresas atraigan talento mejor calificado, pues todo esto se vuelve un punto positivo y permite que las personas tengan una mejor concepción de algunas organizaciones y deseen formar parte de ella.

Además, también ayuda a reducir la rotación de personal. 

4. Fomenta los valores en la empresa

Uno de los objetivos y beneficios de la cultura organizacional es que toma como guía los valores para la resolución de problemas y necesidades empresariales.

Los miembros de la empresa suelen regirse o direccionar sus acciones con base en ellos, lo que facilita actuar de manera mucho más estratégica, útil y eficiente.

Tener presentes estos valores puede ser la pauta para saber cómo reaccionar ante las crisis, recibir ayuda y superar los obstáculos en conjunto, sin perder la calma. 

5. Mejor servicio al cliente

La cultura organizacional también influye en la experiencia de los clientes, pues las posturas y actitudes que se asumen o se toman impactan directamente en cómo se sienten y si se logra una imagen positiva, por supuesto, crece la relación empresa-consumidores.

Brindar una experiencia positiva consistente es clave para que una organización se mantenga en pie y siga expandiéndose en todos los sentidos, tanto interna como externamente.

6. Más comunicación y crecimiento

Sí, la cultura organizacional también impacta en la comunicación dentro de cualquier empresa. 

Cuando hay más apertura y confianza entre los empleados, las reuniones y los intercambios son mucho más creativos, productivos y efectivos.

Cómo crear una cultura organizacional efectiva

Ahora que sabes qué es, por qué es importante y los beneficios de la cultura organizacional, es momento de darte los pasos para establecer la de tu empresa. ¿Estás listo? ¡Presta atención!

1. Define o estudia que los valores se alineen a tu empresa

Si ya cuentas con los valores establecidos de tu empresa, analiza a profundidad si de verdad son los que representan tu negocio.

No solo se trata de elegir por elegir, recuerda que tienen que estar alineados con lo que quieres conseguir, por qué haces lo que haces y tus creencias.

2. Haz cambios siempre que se necesite

Si los valores, misión, visión o filosofía no se ajusta a la cultura organizacional que quieres construir, no te cierres y ve qué cambios se deben realizar.

Básate en los retos que tienes por delante. La cultura de tu empresa tiene que estar bien fundamentada para que puedas superar esos obstáculos en conjunto y crecer.

3. Mejora tu proceso de contratación de personal

Para que todo marche bien, es clave que para las nuevas contrataciones se busque gente que se ajuste a la cultura organizacional establecida.

En caso de que este match no sea total, procura dedicar tiempo para que las personas puedan conocer los valores, la misión y la visión de la empresa, entiendan su importancia y los comiencen a interiorizar. 

Siempre es más fácil a partir de la práctica del resto de colaboradores, así que presta atención a cómo se comunican y se siguen esos elementos dentro de la empresa. 

4. Analiza cómo avanza tu organización

Cuando hayas implementado todos los cambios que consideres necesarios, tienes que medir y analizar si realmente tu actual cultura organizacional te está ayudando a atraer el talento correcto y a superar los retos y cumplir objetivos.

Un buen ambiente de trabajo ayudará a garantizar crecimiento y mejores oportunidades para tu empresa, así que establece métricas para medir esto. 

3 ejemplos de cultura organizacional

Muy bien. Si llegaste hasta aquí, te voy a mostrar cómo se aplica la cultura organizacional en algunas de las empresas más grandes. Tómalos como inspiración. 

1. Zappos

Zappos es una empresa de Estados Unidos dedicada a la venta de ropa y calzado y es reconocida por su cultura organizacional.

Esto se refleja, entre otras cosas, en la forma en que recluta personal, pues uno de los criterios es la personalidad y los valores del candidato, más allá de su experiencia. 

Para Zappos es mucho mejor contratar a alguien que encaje con su cultura porque, a partir de eso, puede desarrollar su talento y desempeñarse mejor en la empresa, generando valor. 

Se trata de una empresa que está comprometida con un excelente servicio al cliente y con desarrollar y celebrar la individualidad de los empleados, por eso, apuesta por crear un ambiente de confianza y compañerismo que potencie las cualidades de todos ellos.

2. Adobe

Adobe, como sus productos, tiene como uno de sus pilares más importantes la creatividad. Por ello, apuesta por una cultura organizacional que permita a sus empleados explorarla y establecerse metas que, en conjunto, estudian y trabajan para alcanzar.

En esta empresa, la idea de las penalidad no existe. Siempre se busca el trabajo colaborativo, por eso se realizan actividades extralaborales para que todos se conozcan, convivan y estrechen lazos.

Algo que resulta motivante es que los trabajadores pueden recibir patentes por sus ideas y los lanzamientos suelen festejarse a lo grande, creando aún más motivación. 

Todo esto ayuda a crear talento independiente y proactivo lo que, sin duda, ayuda a crecer a cualquier organización. 

3. Microsoft

Microsoft tiene una cultura organizacional enfocada en la innovación y el crecimiento, lo mismo que aplica para sus productos y servicios.

Uno de sus objetivos, desde 2014, es que sus empleados estén en constante aprendizaje, tanto a nivel clientes, como de sus productos, con el fin de brindar la mejor experiencia a los consumidores de esta importante marca.

Conclusión

Una buena cultura organizacional dentro de las empresas es clave para dar sentido y propósito al trabajo que cada miembro lleva a cabo.

Por ello, es fundamental que esté alineada con los valores de la organización. Así, en un futuro próximo, se puede lograr una mejor comunidad, donde los equipos no solo trabajen por un sueldo sino por un objetivo común. 

Nueva llamada a la acción

Fernanda Álvarez

Content Manager en Media Source. Apasionada de la escritura y el marketing, en pos de crear más y mejores piezas de contenido que ayuden a alcanzar objetivos específicos.