Estrategias de marketing y ventas Media Source by Cebra

Misión, visión y valores de una empresa: 15 ejemplos

Escrito por Cristian Lugo | 5 Mar, 2025

El día de hoy hablaremos de misión, visión y valores de una empresa, iniciando por el qué son y cómo puedes crearlos y delimitarlos para tu compañía.

Con las bases de estos 3 elementos te mostraremos ejemplos de una buena misión de empresas que día a día la forjan para lograr crecimiento.

Asimismo, te daremos ejemplos de visión de una empresa que brindan el enfoque y la dirección correctos a las grandes marcas.

Por último, te vamos a mostrar ejemplos de valores de las empresas más exitosas, mismos que son las bases que se encargan de fortalecerlas.

Definiciones de misión, visión y valores de una empresa

Qué es una Misión

La misión de una empresa es su razón de ser actual. Define el propósito fundamental de la organización y responde a la pregunta "¿Por qué existimos?".

Debe ser concisa, orientada al presente y enfocada en lo que la empresa hace por sus clientes y la sociedad.

Qué es una visión

La visión es una declaración aspiracional que describe lo que la empresa quiere llegar a ser en el futuro. Responde a la pregunta "¿Qué queremos lograr?".

Debe ser inspiradora, orientada al largo plazo y proporcionar una dirección clara para el crecimiento y desarrollo de la organización.

Qué son los valores

Los valores son los principios fundamentales que guían el comportamiento y la toma de decisiones dentro de la empresa.

Representan las creencias y normas éticas que definen la cultura organizacional y cómo la empresa interactúa con sus empleados, clientes y la sociedad en general.

Al final de cuentas, clichés hay muchos y, en la época en la que vivimos, la originalidad y el compromiso con los clientes se premia con lealtad hacia la marca, productos o compañía.

No obstante, para desgracia de muchas empresas, la falta de identidad y apropiación de sus valores, misión y visión, los llevan a ser tan genéricos que fácilmente podrían ser trasladados a otra compañía sin notar que ha habido un cambio.

El mundo de hoy reconoce la originalidad y el compromiso como un valor de gran importancia y, además, es un ingrediente necesario para lograr mejores resultados en tus campañas de marketing digital.

Ahora que ya sabes dónde radica la importancia de estos tres términos, es momento de desglosarlos, entenderlos y ¿por qué no? Dominarlos.   

¿Cuál es la diferencia entre misión y visión empresarial?

Piensa en tu compañía como un calendario; cada uno de los días marcados es clave para cumplir con el plan y los objetivos financieros de la empresa.

En este esquema, la declaración de la misión de tu empresa se centrará en el hoy (¿quién eres?), mientras que la oración que definirá tu visión como empresa será la casilla del mañana (¿quién quiero ser?).

¿Puedes responder ambas preguntas?

En otras palabras, como dicta la tercera ley de Newton, a toda acción corresponde una reacción.

Tus acciones hoy serán la base que definirá tus actos de mañana.

Una correcta redacción de la misión de tu empresa será clave para conseguir que la visión de tu empresa se lleve a cabo.

Diferencias clave

  • Tu declaración de visión deberá contener invariablemente la visualización del futuro de la compañía. De forma contraria, la misión de tu empresa tocará temas como el negocio de la organización, el propósito de la misma y el plan para cumplir dichos conceptos.
  • Tu visión está hecha para inspirar (tanto a ti como a tus empleados y clientes). Vamos, ningún objetivo es tan imposible como el que no se intenta. Resúmelo así: Inspirar para crecer.
  • En el otro caso, tu misión se deberá estructurar para informar; no es solo que las personas conozcan el nombre de tu empresa, sino que sean conscientes de lo que abarca tu compañía.
  • De manera general, se considera que la declaración de Visión siempre es más corta que la de la misión de una empresa. Si bien a futuro podemos desear ser mil y un cosas, será mejor generar una base de objetivos asequibles y dividirlos en corto, mediano y largo plazo.    

En la siguiente tabla podrás encontrar una comparación clara de otras diferencias entre ambos conceptos.  

 

Misión de una empresa

Visión de una empresa

Responde

¿Por qué?

¿Qué?

Longitud

Largo

Corto

Propósito

Informar

Inspirar

Fuente

Cabeza

Corazón

Efecto

Clarifica

Reta

Afina tus ideas

Existen organizaciones que definen en una misma declaración la misión de la empresa y la visión, sin embargo, este método no es recomendable.

Al utilizar una misma oración para definir dos ámbitos distintos, se tiende a que uno se alimente y consuma al otro. Por lo tanto, es de gran importancia que se tenga una clara definición y diferenciación de ambos conceptos.  

Ninguno de los dos conceptos es eterno y no debe ser inmutable. Tras el paso de los años, del logro de objetivos o de las modificaciones del mercado, las declaraciones de los dos conceptos pueden variar.

Sin embargo, tampoco es una catafixia; no intentes cambiar una y otra vez ambos conceptos. Al final de cuentas, correrás el riesgo de haber trazado un sinfín de caminos y no saber cuál seguir.

Si crees que tanto tu misión como tu visión no encajan en el perfil que las actividades de la empresa exigen, no hay mejor solución que revisarlos.

Regresa a las bases y localiza los puntos clave en los que los términos no concuerdan con las exigencias del negocio y busca una solución que te ayude a empatarlos con tus ideas.

Según un estudio publicado por Smart Advantage, 85% de las empresas no mide lo que sus consumidores aprecian de la compañía.

Por consiguiente, esto lleva a un desconocimiento de uno de los elementos más importantes para conformar una correcta misión y visión: medir, medir, medir; palabras que se repiten sin cesar en el ámbito empresarial.

No estamos hablando únicamente de las ventas o del comportamiento del mercado, nos referimos, también, a cuantificar lo que la sociedad (los consumidores) esperan y exigen de una compañía en el mundo moderno.

Conocernos es importante, pero conocer lo que nos rodea es igual de relevante.

¿Cómo crear la misión de tu empresa?

Si una oración puede cambiar al mundo, ¿por qué no podría darle sentido a tu compañía?

Recordemos, la misión de una empresa es una declaración de la razón o razones por las cuales existimos (como empresa), el propósito de la organización o el núcleo del ser de la compañía.

Al construir este concepto, se define la dirección a tomar para conseguir los objetivos. Así, una de las preguntas fundamentales que deberás hacerte al construir este concepto es ¿quién soy?

🔗👀Contenido relacionado: ¿Qué son los stakeholders y cuál es su importancia en las empresas?

Las palabras tienen poder, en este caso, el poder de informar a los que te rodean cuál es el camino que la compañía ha elegido para cumplir sus objetivos y los deseos de sus consumidores.

Se habla de construir, ya que es una acción que revisa las bases, los materiales con los que cuenta, el proyecto y los pasos para fundamentar la existencia de la compañía.  

Para acercarte a la misión de tu empresa será importante que tomes en cuenta las siguientes preguntas:

  • ¿Qué hacemos?
  • ¿Cómo lo hacemos?
  • ¿Cómo funcionamos?
  • ¿Por qué existe la organización?
  • ¿Cuál es el propósito de la compañía?
  • ¿Enumera tu Ventaja competitiva?

Una vez que tengas clara la respuesta a estas preguntas, es momento de sentarte y comenzar a redactar tu misión, claro, englobando los conceptos ya mencionados.

Características de la misión de una empresa bien estructurada

Las declaraciones de misión se pueden encontrar en todos tamaños y formas: desde cortas y concisas hasta las comprensivas y con verbos accionables.

Además, existen las que son vagas y poco certeras, así como las específicas y medibles. 

No existen absolutos ni fórmulas infalibles, ya que, como hemos visto, al final de cuentas, hablamos de un traje a la medida para tu organización y tu staff.

También debes tomar en cuenta la calidad en redacción, darle una buena estructura y tratar de que sea simple de comprender; tu misión solo será efectiva y útil si logra recoger un resumen de tu organización.

Para lograrlo, te comparto las principales características que debes buscar al construir la misión de tu compañía:

Lo más sucinto que puedas 

Una declaración de misión de una empresa debe ser corta y de fácil lectura. 

Si tienes problemas con la longitud de tu misión, puedes establecer un reto: tu oración debe caber al reverso de tu tarjeta de presentación. 

Utiliza una de tus tarjetas actuales o una con los bordes reducidos para maquetar la idea. 

Que sea memorable

Claro, este apartado se encuentra estrechamente ligado al punto superior.

La idea es que logres crear un material que ayude a tu público a recordar elementos clave de tu mensaje, es decir, de tu misión. 

Ojo, este punto no quiere decir que debes establecer una frase para que tu público la aprenda de memoria.

La idea es brindar los elementos que activen, en la memoria del público, tu idea y no las palabras exactas. 

Original (de origen)

No solo debes establecer tu misión como algo exclusivo para tu audiencia (terrible error). Al mismo nivel de importancia te encuentras tú (como organización).

Es muy fácil caer en frases genéricas que podrían aplicar para un sinfín de instituciones.

Enfócate en lo que te hace diferente y te ayuda a distinguir: ¿cómo vas a lograr tus altas metas? ¿Qué valoras de tu staff y consumidores? 

Sobre todas las cosas, no olvides una pregunta: ¿cuál es la propuesta de valor que te distingue del resto de compañías en el mercado?

Sé realista

Recuerda, tu declaración de misión es un supuesto resumen de por qué y para qué existes (repito, como organización). Podemos decir que es una descripción del presente y no una visión del futuro.

¿Listo para actualizar?

Hay que ser claro, tu misión no debe cambiar cada trimestre. No obstante, nunca puedes dejarla como letra muerta en un estante polvoriento.

Te explico la idea y seguro entenderás el porqué: 

Las prioridades, las metas y los enfoques de una institución cambian significativamente a lo largo de los años.

Tal vez como respuesta a estímulos como: crecimiento, diversificación, migración de plataformas, cambio de estrategia, reestructuración, consecución de metas, cambios en gobierno, cambios de liderazgo, etc. 

En este tipo de ocasiones, la pregunta que debes establecer es: ¿tu misión actual refleja tu compañía?

Con base en tu respuesta, el camino de reestructuración para tu declaración de misión quedará más claro. Recuerda que, en la reconstrucción, es importante inyectar valor a tu misión. 

👀Relacionado: ¿Qué es responsabilidad social empresarial (RSE)?

¿Cómo crear la visión de tu empresa?

Imagina la visión de tu empresa

Inspirar para crecer y crecer inspirando.

Si la misión de una empresa describe la razón de ser, la visión explicará en lo que quieres convertirte como organización.

Es decir, será una mira hacia el futuro, lo que se espera de la compañía tras la consecución de objetivos y el paso de los años. Es el sueño hacia el que se dirige la organización entera.

Tu visión define quién quieres ser. Una empresa no puede funcionar de forma correcta sin ella. Imagina que quieres explorar las lunas de Júpiter, tendrás que prepararte, afinar tu nave y utilizar los instrumentos adecuados para que tu viaje sea todo un éxito.

La misma regla aplica al momento de formar una empresa y su visión: si no sabes el destino ¿cómo planeas llegar?

Para que tu visión sea clara debe ser concisa y necesita ejemplificar la situación que, a futuro, deseas alcanzar como organización.

No olvides medir tus metas a corto, mediano y largo plazo; así como los valores clave de la empresa.

Al establecer una declaración de visión de una empresa, se hace un llamado a todos los miembros de la organización para trabajar en función del cumplimiento de dichos objetivos.

Si no hay un destino al cual llegar, ¿cómo se logrará elegir el mejor camino? En palabras de Hellen Keller “La única cosa peor que estar ciego es tener vista sin ninguna visión”.

Así que este es el momento: primero, conoce tu organización, sus fortalezas y debilidades.

Descubre los diferentes caminos que puedes seguir y elige uno. Plantea tus metas y cómo conseguirlas. Toma lápiz y papel o solamente tu teclado si lo prefieres y prepárate para inspirar.

Recuerda siempre responder a las siguientes preguntas:

  • ¿Cuáles son tus sueños o deseos?
  • ¿Qué problema estás resolviendo para un bien mayor?
  • ¿Qué y a quién estás buscando inspirar?
  • ¿Tu visión promueve crecimiento?

Características de una buena visión empresarial

La calidad de tu misión determina la creatividad, calidad y originalidad de tus ideas y soluciones.

Una declaración de misión poderosa debe remarcar las expectativas y aspiraciones que te ayudarán a salir de tu zona de confort y conquistar tus metas. 

Al igual que la declaración de misión, no existe una fórmula secreta que puedas aplicar ni modelos sin fallas. Ya, recordemos, estos conceptos son hechos a la medida para cada una de las organizaciones. 

Sin embargo, es posible definir algunos principios generales de buenas prácticas que pueden ser útiles para crear o reescribir tu visión:

Busca inspirar

Tu visión debe ser un reto, te debe entusiasmar e inspirar. Utiliza palabras potentes y verbos accionables que te ayuden a articular la institución en que deseas convertirte. 

Esta es la oportunidad de elevar la mirada de tu institución por encima de las oraciones rutinarias y enfocar tu atención en la imagen más grande y las recompensas potenciales que esperan.

Sé ambicioso

Si no apuntas alto, no llegarás a ningún lado. 

Recuerda que los objetivos que establezcas y qué tan alto apuntes, hablan mucho respecto a la organización con la que se está tratando.

No temas en parecer demasiado ambicioso (obvio no vas a desbancar a Apple en un día).

Los objetivos ambiciosos y audaces son una excelente forma para crear una tremenda impresión de una organización que tiene dirección y camino, que apunta alto y exige mayores estándares de calidad.

Sé realista

Ya sé que esto puede sonar algo raro, sobre todo si lo ligamos con el punto superior, pero es que tampoco puedo dejar que te vayas a explorar el universo. Al final, tienes que poner los pies sobre la tierra. 

Si bien hemos dicho que una de las características de una buena visión es su poder de inspirar y entusiasmar, vale mucho la pena templar esta idea con una dosis de realismo.

La idea es que la gente sepa que puede conseguir la visión; de otra forma no existe razón para creer o comprar tu idea. 

No lo dudes, es totalmente posible combinar ambos factores de forma ambiciosa y realista, para lograr la mejor declaración de visión completa.

Sé creativo

“La imaginación es más importante que el conocimiento” - Albert Einstein

Entendamos este punto a través de un ejemplo: 

Imagina que eres dueño de una institución educativa. Por supuesto que no hay nada malo al decir “brindamos educación de clase mundial con los más altos estándares”. Claro, esta es una apuesta segura. 

Sin embargo, igualmente seguro es que existe un centenar de instituciones que emplean frases similares, entonces, ¿qué te distingue de tu compañía?

¿Me sigues? Por este tipo de casos vale la pena utilizar un pensamiento creativo, para construir tu declaración de visión. La idea es que seas capaz de identificar los espacios o gaps en el mercado, para aprovecharlo como parte de tu discurso. 

Una vez que hayas identificado los huecos en el mercado, es tu tarea crear una declaratoria de visión creativa que te distinga de las oraciones genéricas de tu competencia. 

No olvides ser descriptivo

A diferencia de la misión de tu empresa, no hay presión para definir el núcleo de tu organización. 

No olvides utilizar palabras y verbos que te ayuden a inspirarte para lograr tu visión. Claro que debes ser conciso (de hecho, muchos de los mejores ejemplos de visiones memorables tienden a serlo), pero no es necesario imponer un límite a la longitud de tu o tus oraciones. 

Tómate todo el espacio que necesites para transmitir tu visión de forma correcta, inspirar a través de descripciones e invitar a tus colaboradores a dar pasos por conseguir la visión de la empresa. 

Más claro que el agua

Si bien en el punto superior te he dicho que utilices el espacio necesario para describir tu visión, no olvides que alguien más lo leerá. Por esto, la claridad debe ser un elemento imprescindible al momento de elaborar tu idea. 

Si no lo haces así, corres el riesgo de diluir o, peor aún, perder totalmente el mensaje a lo largo de las palabras.

Intenta utilizar oraciones cortas, un lenguaje práctico, no te bases únicamente en adjetivaciones y favorece el entendimiento antes que el adorno.

Consistencia

Si bien al hablar de la misión de tu empresa y la visión hacemos referencia a dos elementos por sí mismos, no puedes olvidar que debe existir continuidad entre ambos términos. Cómo y a dónde piensas llegar deben ser dos elementos construidos por separado que, juntos, ayuden a tu empresa a alcanzar metas claras.

¿Aún no puedes identificar tu visión?

Muchas veces no es tan fácil identificar la visión de la compañía. O pasa que, una vez identificada la visión, no sabemos si es clara, plausible y de forma general, la mejor para tu compañía. 

Por eso me detuve un momento para crear esta pequeña sección que te puede ayudar a enfocarte mejor en los elementos que debes distinguir para la visión de tu compañía. 

Las siguientes técnicas te van ayudar a identificar y dar forma a una visión propia. 

Investiga

No tiene mucho sentido esforzarse por sobresalir en algo que nadie quiere. Evitar que este no sea tu caso no es una tarea fácil.

Recuerda que vives en un mundo lleno de gente con gustos, necesidades, actitudes, mentalidades y, en general, diferentes unos de los otros. Y si el mundo es un mercado, existe un sinfín de posibilidades. 

Es necesario que apliques técnicas como planeaciones de escenarios, investigación de mercado, análisis de demanda, revenue de mercado, etc. 

Entre más datos tengas respecto al mercado en el que participas, será mucho más sencillo utilizarlos como una bola de cristal que ayude a indicar el mejor camino a seguir. 

La audacia se premia

Evita la tentación de permitir que el lugar donde te encuentras ahora dicte la visión de dónde quieres estar.

Me refiero a que tu visión debe ser proactiva y no reactiva. Además, debe estar enfocada en nuevos horizontes, en lugar de reutilizar la misma oración una y otra vez.  

Busca crear sinergia

Aunque, como te he dicho, las declaraciones de visión varían según la compañía y su situación particular, te puede ayudar ver más allá de las diferencias e identificar las metas que, a pesar de parecer diferentes, comparten elementos como: buyer persona, buyer journey, storytelling, etc. 

Ojo, no debes copiar estos elementos. La idea es que los utilices para pensar fuera de la caja y puedas visualizar diferentes opciones de entregar un mensaje fuera de las ideas que ponderan en el momento.  

Coherencia y rigor

Analiza qué elementos pueden generar alguna contradicción al momento de redactar tus ideas.

Este rigor debe ser acompañado de un entorno abierto, creativo y constructivo. De esta forma te ayudará a garantizar que tu visión es inspiradora y desafiante.

¿Cómo descubrir los valores de una empresa?

Esta pregunta podría ser más sencilla si se leyera como, ¿cuál es la identidad de la compañía?

Sin importar si se trata de una empresa pequeña, mediana o grande, los valores que imperan en la misma definen, en gran parte, las acciones o la forma de actuar que sus miembros adoptarán.

Así, estos valores que se encuentran en el núcleo de la organización, son una parte invariable y claro reflejo de los importantes factores que afectan a la compañía y a sus empleados.

Los valores de la compañía nacen de los líderes de la organización y permean (como cascada) hacia las demás plantas de la misma.

Su adopción y seguimiento ayudarán a definir el camino a andar en cuanto a la toma de decisiones ante una situación específica.

Piénsalo de esta forma: el núcleo de tus valores (como empresa) afectará directamente a la estrategia del negocio y las prácticas que se llevan a cabo.

Entre más claros y concisos sean, más fácil será generar una cultura y un clima organizacional favorables a la organización.

Los valores que definas serán un grito al mundo acerca de quién eres.

Recuerda, aunque dichos valores son fundamentales para el correcto desarrollo del clima laboral, el exterior también puede notar si los sigues al pie de la letra o si, por el contrario, solo son letra muerta pegada a una pared.   

¿Cómo sentir que el trabajo es más que solo trabajo? Seguro ya sabes la respuesta: sí, a través de los valores de tu empresa.

Contemplar el tiempo para generar este núcleo de conceptos le dará una razón de ser a los empleados y mantendrá alineada a toda la organización.  

Los valores conllevan a la acción

Un espacio de trabajo no es más que un cúmulo de acciones que se llevan a cabo en una locación con el objetivo de abonar a la estrategia de la compañía.

Según la revista Forbes, un ambiente o clima propicio de trabajo nacen del compromiso y adopción de los valores de la compañía.

No se busca que una organización sea perfecta, pero sí que sea un reflejo de cada una de las personas que labora dentro de la empresa.

Entre más crezca la organización, mayor importancia tomarán los valores para mantener una correcta guía que ayude a alinear a los trabajadores.

¿Ahora entiendes por qué es el núcleo? Digámoslo de la siguiente manera: el sol es una amalgama de gases y elementos incandescentes que generan calor y están en constante expansión.

Por más grande que sea o lo imaginemos, esta esfera de gas se mantiene unida gracias a su poderoso núcleo.

Al centro de este gigante de fuego se encuentran todos los elementos que realmente lo hacen ser; por eso, sin importar su tamaño o dimensión funciona como uno solo.    

Pero...

¿Por dónde empezar para definir tus valores?

Lo más importante será establecer nuestra regla de oro: “No se trata de inventar los valores, la clave es vivirlos.” Recuerda que un líder que no tiene la capacidad de seguir sus propias palabras pronto deja de serlo.      

Una vez que esta regla esté grabada en nuestra mente podemos comenzar con los siguientes pasos.

En este punto, no se trata de generar una lista de valores que hemos escuchado en las clases de civismo desde la primaria.

Un estudio de Harvard Business Review propone que, para una correcta identificación y adopción de los valores de la compañía, se genere una división en cuatro aspectos clave.

Valores de la compañía

Se encuentran en un lugar profundo dentro de la organización; son inherentes a la compañía y casi sagrados para el funcionamiento diario.

Generalmente, son un claro reflejo de los valores de los fundadores de la compañía. Dan a la empresa un sello distintivo y un marcado accionar; por lo tanto, se debe buscar mantenerlos a todo costo.

Generar una correcta definición de ellos simplificará la manera en que se desea alcanzar los objetivos.

Aspiracionales

Como la palabra lo define, estos valores son los que la compañía necesita para cimentar éxitos en un futuro, sin embargo, carece actualmente de ellos.

Por ejemplo, imagina que, a raíz de un objetivo cumplido, la empresa necesita replantearse la estrategia anual del negocio.

A pesar de que esto aún no ocurre, ya se tiene contemplado el camino a seguir tras la reestructura. Así, la organización requerirá la formación y el seguimiento de nuevos valores que se incorporarán al modelo novel.

Contar con una base de valores aspiracionales ayudará a direccionar los esfuerzos de la organización de mejor manera.

Recuerda no mezclar los valores aspiracionales con los que conforman tu núcleo, ya que al hacerlo así se podría generar confusión con los empleados.

Sociales

Simplemente hablan del reflejo de los estándares mínimos de comportamiento mientras que el empleado se encuentra dentro del lugar de trabajo; es decir, lo socialmente aceptable dentro de la organización.

No se puede esperar un actuar totalmente formalizado y estricto dentro o fuera de la compañía; sin embargo, sí se pueden sentar las bases de un tipo de conducta deseable dentro de los muros de la empresa.

Procura tomar el tiempo adecuado para definirlos y diferenciarlos de los valores núcleo y aspiracionales.  

Por ejemplo, integridad. Es deseable que cada trabajador se conduzca con integridad, y si este término no está integrado dentro de los valores núcleo, será un claro punto a tomar en cuenta respecto a la conducta que se espera al formar parte de la organización. 

Accidentales

Este tipo de valores es como esas pequeñas semillas que quedan regadas en la tierra y, sin cultivarlas, pronto empiezan a germinar.

Suelen ser el reflejo de la cultura personal o del interés común de los empleados y se gestan como parte de la dinámica diaria de la organización.

Si bien la línea entre valores deseados y no deseados es delgada, ambos casos dejan un interesante aprendizaje del cual la organización se puede ver beneficiada.

En el caso de los valores deseados, se habla de aquellos que generan un clima laboral favorable al desarrollo de las actividades; por ejemplo, los que giran en torno a la inclusión o a la tolerancia.

En el caso contrario, los valores negativos tienden a la diferenciación o la exclusión. No se pueden hacer oídos sordos en estos casos, ya que son claro indicativo de un factor disfuncional en la organización y deben ser tomados en cuenta como base para el an